El otro día mi sobrino Guille volvía de un partido de fútbol.
Habían perdido, estaba triste y eso me hizo reflexionar sobre si los niños deben competir en campeonatos intercolegiales cuando sólo tienen 6 años.
Pero él mismo me dio la respuesta.
Estaba triste por haber perdido, pero se lo había pasado bien. Había visto a sus amigos del cole un sábado… Y me dijo una frase que me dejó bastante impactada para lo pequeño que es: «No pasa nada. No siempre se gana» «El próximo día lo haremos mejor». Seguramente se la oiría al entrenador, a sus padres o a algún otro adulto. Pero sólo con esa reflexión a mi ya me pareció suficiente.
Por eso me puse a pensar en los «otros» beneficios que puede tener el deporte en los niños. Aquí os dejo mis conclusiones:
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